HGONA realiza la primera cirugía fetal abierta con resultados favorables

En el área de hospitalización del Hospital Gineco Obstétrico Pediátrico Nueva Aurora Luz Elena Arismendi (HGONA), se encuentra María Gabriela, oriunda de Cuenca. Tiene 24 años de edad y está en periodo de gestación de 25 semanas.

La joven llegó a Quito para realizarse una intervención quirúrgica que le ayude a la corrección intrauterina de un defecto en el tubo neural denominada mielomeningocele, el tipo más grave de espina bífida, que presentó su bebé durante los chequeos prenatales.

“Al realizarme los controles regulares, los doctores me informaron que detectaron un problema en la columna del feto”, asegura. La cirugía fetal abierta a la que fue sometida junto a su bebé tuvo resultados favorables.

Con un rostro de tranquilidad y esperanza cuenta el proceso que vivió, resaltando el agradecimiento a todos los especialistas que la orientaron. María Gabriela es la primera paciente que recibe este tipo de operación en el HGONA.

El mielomeningocele es una protuberancia o saco del líquido que rodea la médula espinal, por lo general, se observa en la parte baja de la espalda y es el resultado de un defecto congénito en el cierre de la columna vertebral del bebé.

Debido a este diagnóstico, María Gabriela fue direccionada al Hospital Regional de Cuenca quienes la derivaron oportunamente a la capital. El HGONA contó con especialistas y equipamiento necesario para la intervención quirúrgica.

María Belén Nieto, especialista en Cirugía Fetal del HGONA, explica que el beneficio de la operación es evitar daños en los nervios de la columna vertebral del bebé, debido a su exposición y contacto con el líquido amniótico. Esta condición puede provocar afectaciones para caminar, incontinencia, entre otras.

Uno de cada dos mil bebés presenta esta patología que requiere de intervención oportuna y especializada. La misma debe realizarse antes de las 26 semanas de embarazo para mejorar la calidad de vida del paciente.

Seis días después de la cirugía, María Gabriela y su bebé recibieron el alta médica. Los especialistas seguirán en permanente vigilancia con controles periódicos, a fin de garantizar el bienestar de ambos.

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